Disfrute de una visita guiada privada a las atracciones más famosas de la Ciudad del Vaticano de la mano de un experto. Disfrute de la ventaja de las entradas reservadas con antelación, que le permitirán evitar las colas antes de adentrarse en los tesoros del Vaticano, al tiempo que participa en numerosas actividades atractivas diseñadas para entretener a los niños.
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Saltar la cola por una entrada independiente
Acuda a los Museos Vaticanos con su guía, sáltese las colas con las entradas reservadas con antelación y empiece a explorarlos.
Primera parada: una enorme colección de antiguas esculturas romanas y griegas desenterradas a lo largo de los años en excavaciones por toda Roma.
Su guía le mostrará las piezas más importantes, como el "Belvedere Apolo" y los "Sarcófagos de Helena y Constantina", madre e hija del emperador Constantino.
Después, vea la Sala de los Animales y la Galería de los Candelabros, donde se pueden admirar raros mosaicos romanos junto a espléndidas estatuas de Diana de Éfeso, Musas y muchos filósofos griegos.
A continuación, continúe el recorrido por la Galería de Tapices, la Sala Sobieski y las Estancias de Rafael.
Anteriormente los apartamentos privados del Papa Julio II, las Estancias de Rafael fueron decoradas por Rafael y dos de sus más grandes obras, El Parnaso y La Escuela de Atenas cuelgan aquí.
Sin duda, el punto culminante de cualquier visita al Vaticano es la Capilla Sixtina, la atracción número uno de Italia.
Su guía le hablará de los famosos frescos de Miguel Ángel, como El Juicio Final y La Creación de Adán, así como de las historias de Moisés y Jesús realizadas por otros célebres artistas del Renacimiento, como Botticelli y Perugino.
A continuación, visitará la Basílica de San Pedro, la iglesia católica más famosa del mundo, que alberga la emblemática Piedad de Miguel Ángel y las tumbas de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II.
Nada más salir de la basílica, entrará en la enorme Plaza de San Pedro.
Desde aquí, contemple la chimenea utilizada para declarar a un nuevo Papa, además de las famosas esculturas de Bernini.
Después de contar algunas historias más, su guía se despedirá, dándole la oportunidad de recorrer la plaza a su propio ritmo.
Así finaliza una magnífica visita de la Ciudad del Vaticano.