Evite las multitudes y explore los tesoros de los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina de Miguel Ángel y la Basílica de San Pedro en una visita sin colas. Disfrute de un desayuno bufé en un tranquilo patio.
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Venga y sea testigo de las maravillas de los Museos Vaticanos junto a un guía experto mientras se embarca en un relajado paseo. Comience el día con una deliciosa comida en uno de los tranquilos patios del Vaticano. Contemple las impresionantes obras de arte de las Estancias de Rafael y el impresionante Capítulo Sixtino. Sumérjase en la magnificencia de la Basílica de San Pedro, deténgase a apreciar el esplendor del Patio de las Piñas y déjese cautivar por la fascinante Galería de los Candelabros, entre otras extraordinarias vistas. Si desea evitar las aglomeraciones y disfrutar plenamente de su visita, puede beneficiarse de los privilegios de entrada sin colas. Para que su día en el Vaticano comience sin contratiempos, se recomienda empezar temprano para evitar las largas colas de espera. Una vez dentro, relájese en un tranquilo patio y disfrute de un delicioso desayuno. El desayuno incluye una gran variedad de platos fríos y calientes, así como refrescantes zumos de fruta, té y café. Después de saciar el apetito, embárquese en una apasionante visita a los museos, donde encontrará artefactos famosos. Contemple con asombro la magnificencia del Torso del Belvedere, el Belvedere de Apolo, el Grupo Laocoön y las Estancias de Rafael, famosas por sus interiores exquisitamente pintados, aclamados como unos de los más exquisitos del mundo. Sumérjase en el arte de la antigua Grecia y Roma en la Galería de los Candelabros. Descubra la vida y las creaciones de Rafael Sanzio en medio del encantador ambiente de la Galería de Tapices, un espacio fascinante dentro de estos grandes establecimientos. Tómese un momento para disfrutar del esplendor del Patio del Belvedere y del Patio de las Piñas. A continuación, aventúrese en la Capilla Sixtina antes de que llegue la mayoría de los turistas. Por favor, no se apresure a sumergirse en la magnificencia de la impresionante obra maestra de Miguel Ángel, junto con los sobrecogedores frescos realizados por otros influyentes artistas del Renacimiento. Para enriquecer aún más su encuentro, aventúrese en las sagradas profundidades de la Basílica de San Pedro a través de un túnel de acceso especial que se entrelaza a la perfección con la grandeza de los Museos Vaticanos. Este santuario sagrado servirá de exquisito colofón a su expedición matutina.