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Guía en directo
¿Por qué no se une a mí en un cautivador viaje de exploración, mientras nos adentramos en la vasta y asombrosa colección de arte que albergan los famosos Museos Vaticanos? Le sugiero que considere la posibilidad de realizar una visita guiada, dirigida por un experto que podría ser historiador del arte. Si la suerte nos acompaña, quizá tengamos la oportunidad de visitar el Castillo de Gandolfo Tomémonos nuestro tiempo, paseando tranquilamente por las galerías que rebosan de un tesoro extraordinario tras otro, mientras admiramos las impresionantes obras maestras creadas nada menos que por el célebre Miguel Ángel. Centrémonos en sus increíbles obras que decoran el bello ambiente de la famosa Capilla Sixtina. A su lado, habrá un guía que sabe mucho de historia del arte. Esta persona disfrutará compartiendo interesantes historias que se esconden detrás de cada obra maestra que vea. Imagínese esto: Estás paseando despreocupadamente por tres asombrosas exposiciones de los Museos Vaticanos. Por ejemplo, piense en la Galería de los Mapas, donde se desarrollan historias fascinantes justo delante de usted. Ahora, pensemos en la Galería de los Tapices, que está adornada con tapices tejidos de forma tan intrincada que cuelgan graciosamente de las paredes. Cada tapiz tiene su propia historia que contar. Por último, no podemos dejar de apreciar la Galería de los Candelabros, que se ha conservado de forma impecable. Ahora, imagine que llega al punto culminante de este increíble viaje: se encuentra bajo la extraordinaria obra maestra de Miguel Ángel -El Juicio Final- en la Capilla Sixtina. ¿Le recorre un escalofrío por la espalda? Pero espere, ¡aún le queda mucho por descubrir! Seleccionando la entrada que prefiera, descubrirá un reino de maravillas extraordinarias. Este exquisito billete le permite embarcarse en un viaje de exploración sin límites por el ilustre Castillo de Gandolfo y la majestuosa Basílica de San Pedro, todo ello sin necesidad de guía. Este notable privilegio le concede la libertad de recorrer tranquilamente estas cautivadoras maravillas a su propio ritmo y caprichos.