Si quiere disfrutar de todas las maravillas de la Ciudad del Vaticano y comprar entradas sin hacer cola, sin duda es mejor que pasee por los Museos Vaticanos. Además, no muy lejos se encuentra la Basílica de San Pedro, desde donde se pueden contemplar todas las bellas obras de arte que allí se exponen o, si se siente lo bastante atrevido, incluso subir a lo alto de la cúpula, lo que le proporcionará una panorámica de Roma. Por último, no olvide visitar la Capilla Sixtina; sería una pena perderse esta oportunidad estando tan cerca. En ella se conservan algunos de los frescos más famosos de Miguel Ángel, así como otras obras de gran belleza.
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Por poner un ejemplo, para ver algunos de los lugares más bellos de Roma, podría unirse a un recorrido a pie que pase por la Ciudad del Vaticano. Una vez que llegue a la Ciudad del Vaticano, busque a su guía, que le conducirá por lugares como los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro, donde quedará maravillado por su valor estético y sus obras maestras de incalculable valor, portadoras de una rica importancia histórica. Es importante que se reúna con su guía en la entrada de los Museos Vaticanos para que le muestre las principales galerías. Comience la visita en la Rotonda y, a continuación, visite la Galería de los Tapices y la Galería de los Mapas. Mientras pasea por estas galerías, no deje de admirar las bellas estatuas, frescos y tapices que adornan sus paredes. Por último, diríjase a la Capilla Sixtina, donde podrá admirar el impresionante arte de Miguel Ángel, tanto en el techo como en las paredes. Una de las obras más significativas del Alto Renacimiento que goza de gran estima fue realizada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512 en la Capilla Sixtina. El Juicio Final, Adán y Eva y muchas otras son algunas de las grandes obras de Miguel Ángel en las que trabajó durante tanto tiempo. Trabajaba en ellas sin parar y prácticamente vivía allí para asegurarse de que cumplían todas y cada una de las exigencias de los papas romanos, pasara lo que pasara. Nuestro guía nos contó algunos datos sobre el propio Miguel Ángel durante nuestra visita a la Capilla Sixtina, lo que hizo que la experiencia fuera aún más fascinante. Otra cosa que mencionó nuestro guía fue que no debíamos olvidarnos de ver la Basílica de San Pedro una vez terminada nuestra visita. La iglesia renacentista de la Basílica de San Pedro está ampliamente considerada como la obra de arte histórica más extraordinaria del mundo, y que ha cosechado elogios internacionales durante siglos. Lo que hace verdaderamente especial a esta obra es que no sólo es una magnífica catedral renacentista, sino también un testimonio de la brillantez de la arquitectura barroca. Un guía le llevará a través de la gran entrada hasta la inmensa nave, donde podrá explorar y maravillarse con todos sus impresionantes interiores decorados con obras maestras de valor incalculable de estas dos grandes épocas artísticas: el Renacimiento y el Barroco. Al recorrer la Basílica de San Pedro, dos obras maestras de visita obligada son la Piedad de Miguel Ángel y el imponente Baldaquino de San Pedro de Bernini. Una vez terminada la visita a la basílica, puede dirigirse a la Plaza de San Pedro o caminar hacia el Castillo de Sant'Angelo, que no está lejos de aquí.