Liturgia

istockphoto-1483780590-612x612

La oración pública de la Iglesia se conoce como liturgia. Es «a la vez la cumbre hacia la que se dirige la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de la que brota toda su fuerza» (Sacrosanctum Concilium, 10). El centro de la liturgia cristiana es la misa, la celebración eucarística en la que se hace presente Cristo y se da su Cuerpo y su Sangre a cada uno de los fieles. Durante este peregrinaje, Cristo camina con los discípulos, revelándoles los misterios del Padre. Les permite decir, como los discípulos de Emaús: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba» (Lucas 24, 36).

La apertura de la Puerta Santa es un rito litúrgico especial. En tiempos pasados, durante los años no jubilares, el Papa comenzaba simbólicamente a derribar la parte del muro que sellaba la Puerta Santa. Después de él, los albañiles destruían completamente el muro de ladrillos para dar paso a la Puerta Santa. Desde 1950, la ceremonia es muy diferente: el muro se derriba previamente y, durante una liturgia coral muy solemne, el Papa empuja la puerta desde fuera y se convierte así en el primer peregrino en atravesarla. Este hecho, junto con otras expresiones litúrgicas que marcan el Año Santo, nos recuerda que la peregrinación jubilar es más que un gesto personal: es el camino colectivo de todo el pueblo de Dios hacia el Reino.