Del electrosmog a la energía fotovoltaica: cómo el Vaticano se vuelve ecológico

El Vaticano se vuelve ecológico El Vaticano se vuelve ecológico

La instalación de paneles solares en terrenos propiedad del Vaticano al norte de la capital sigue a la instalación de paneles fotovoltaicos en el Cortile delle Corazze y el almacén Vignaccia de los Museos Vaticanos (350 kilovatios pico para una producción total de 500 megavatios hora) y en los 5000 metros cuadrados de techo de la Sala Nervi (2394 módulos con una potencia total de 220 kW, suficiente para satisfacer las necesidades anuales de 100 hogares); «Se evita la producción de 47,5 toneladas de dióxido de carbono», afirma la gobernadora del Vaticano, la hermana Raffaella Petrini. Dentro de las murallas leoninas, en colaboración con Acea, existe una red de calefacción urbana y una veintena de estaciones de recarga para coches eléctricos.«La conversión ecológica concierne a la Iglesia porque el hombre vive en el medio ambiente y cuidar la creación significa defender a las criaturas», observa el padre Enzo Fortunato.

El mandato papal es claro: «No se debe perder nada de lo que existe en esta zona». Desde la contaminación electromagnética hasta la agrivoltaica, un sistema que combina la producción de electricidad renovable con las necesidades de las tierras agrícolas situadas debajo. 424 hectáreas se benefician de la extraterritorialidad desde la que las antenas de Radio Vaticana llevan tres cuartos de siglo transmitiendo el magisterio papal a los rincones más recónditos del planeta. Donde se encuentra el centro que transmite la voz de los papas, se está llevando a cabo la revolución «verde» de la Santa Sede. El Gobierno está a la espera de novedades sobre la «reorganización de las instalaciones de la zona». La revolución «verde» iniciada por Francisco y acelerada por Leo XIV convertirá al Vaticano en el primer Estado del mundo con cero emisiones en un año.

Durante una visita a Ponte Galeria hace tres semanas, Leo XIV dijo : «El proyecto fotovoltaico supondrá una importante contribución ecológica. Es necesario ultimar el acuerdo con el Gobierno italiano. Ante el cambio climático, debemos cuidar la creación». El cardenal Mario Gambetti, vicario del Vaticano, que acaba de presentar la Eco Basílica , explica: «La neutralidad climática requiere eficiencia energética, modernización tecnológica y reforestación.La mega planta agrivoltaica se está construyendo en la zona extraterritorial de Santa Maria di Galeria, a unos diez kilómetros de Roma, y abastecerá no solo a la emisora Radio Vaticana, que funciona desde la posguerra, sino también a toda la demanda energética de la Santa Sede, que pasará así a ser totalmente alimentada por energía solar. Esta operación libera además a la Santa Sede de un antiguo problema de imagen causado por la contaminación electromagnética y sus efectos sobre la salud, que durante décadas ha dado lugar a peticiones de los residentes, informes de expertos y procedimientos judiciales. Desde 2012, gracias a «medios alternativos y nuevas tecnologías» (web, canales por satélite, podcasts), se han reducido las emisiones de ondas y el consumo de energía.

La renovación de Ponte Galeria ha liberado espacio y recursos, por lo que la construcción del megaproyecto se ha encomendado a la Gobernación y a la APSA, mientras se ultiman con las autoridades italianas las autorizaciones para inyectar la energía producida en la red italiana. El Gobierno confirmó su plena cooperación en la última reunión bilateral con la Santa Sede. A corto plazo, la factura energética del Vaticano no se reducirá, la inversión inicial tardará años en amortizarse, pero, como señaló el Papa Bergoglio, el verdadero valor de la iniciativa es «sensibilizar sobre la necesidad de cambiar nuestros estilos de vida, nuestra producción y nuestro consumo» con el fin de «combatir el calentamiento global, una de cuyas principales causas es el uso generalizado de combustibles fósiles». Comprometida con la reducción de las emisiones contaminantes, la Santa Sede ha firmado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

La planta fotovoltaica en construcción permitirá la transición hacia un «modelo de desarrollo sostenible que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera hacia la neutralidad climática. La humanidad dispone de los medios tecnológicos para afrontar esta transformación medioambiental y sus perjudiciales consecuencias éticas, sociales, económicas y políticas, y la energía solar tiene un papel fundamental que desempeñar en ello».