El papa Francisco a bordo del barco juvenil «Barco de la Esperanza»: «Vosotros representáis la esperanza en un mundo dividido»

El papa León XIV viajó el viernes por la tarde a la ciudad costera de Ostia, a unos 25 kilómetros al sureste de Roma, para visitar a la tripulación delMed25 Bel Espoir, un velero que lleva meses recorriendo los puertos del Mediterráneo con 25 jóvenes de diferentes nacionalidades y religiones a bordo.

También estuvo presente el cardenal Jean-Marc Aveline, de Marsella, donde comenzó el proyecto de formación para la paz. Hablando de forma espontánea y charlando con los jóvenes a bordo, el Papa les animó a dar «signos de esperanza» en medio del odio, la violencia y la división.

De pie en la cubierta, con la brisa marina soplando, y luego bajo cubierta, antes de tomar una taza de café y unos pasteles, el papa Leo instó a los jóvenes marineros a «aprender a ser constructores y promotores de la paz en un mundo que se encamina hacia la violencia y la polarización»

El papa León en cubierta (@Vatican Media) El papa León en cubierta (@Vatican Media)

El «Bel Espoir»

El Bel Espoir, un barcofrancés de la década de 1940, ha pasado ocho meses navegando de puerto en puerto por el Mediterráneo para difundir un mensaje de fraternidad, con escalas en La Valeta, Túnez, Creta, Estambul (donde se reunieron con el patriarca Bartolomé), Rávena y Nápoles. Originalmente con destino a Civitavecchia, más al norte de la costa, cambiaron el rumbo hacia Ostia por sugerencia del Papa.

En esta ciudad profundamente vinculada a San Agustín y Santa Mónica, el Papa agustino recordó sus propias visitas a la zona y calificó a Ostia como «un puerto importante en la historia del mundo y de la Iglesia»

Signos de esperanza

Dirigiéndose al grupo en inglés, dijo: «Podemos estar unidos aunque procedamos de diferentes países, idiomas, culturas y religiones, porque todos somos seres humanos»

El Papa agradeció a los jóvenes sus regalos —un dibujo del barco, un «Libro Blanco del Mediterráneo» y un mapa firmado por todos— y los elogió como «un signo de esperanza para el Mediterráneo y para el mundo»

El papa León en cubierta (@Vatican Media) El papa León en cubierta (@Vatican Media)

Tres palabras guía

Les dejó tres palabras para guiar su viaje: diálogo, puentes y paz. «Aprended a escucharos unos a otros, a respetaros y a superar juntos las dificultades. Construid puentes, no solo a través del Mediterráneo, sino entre todos los pueblos»

«Estoy seguro de que tantas personas viviendo juntas en un barco tan pequeño... Ni siquiera he bajado aún a la cubierta... Debéis aprender a convivir, a respetaros mutuamente y a superar las dificultades», añadió, señalando que «esta es una gran experiencia para todos vosotros, jóvenes, pero también es algo que podéis enseñarnos a todos nosotros»

«Por último», continuó el Papa, «la tercera palabra, que es tan importante —y algunos de vosotros me habéis dicho que sois palestinos— es aprender a ser constructores de paz. Todos somos hijos e hijas del mismo Dios. Todos vivimos juntos en este mundo y compartimos una responsabilidad común: cuidar de la creación, cuidarnos unos a otros y promover la paz en todo el mundo»

¡Gracias, gracias, gracias!

«¡Enhorabuena!», dijo el Santo Padre, «y gracias por contribuir a este signo para el mundo, que realmente nos da esperanza a todos»

«Que vuestra generación, y muchos otros jóvenes como vosotros, sigan promoviendo este tipo de iniciativas, que realmente construyen la paz en todo el mundo. Gracias, gracias, gracias», exclamó.

Después de una foto de grupo y una última canción —«Peace, pace, salam, paix»—,el Bel Espoir zarpóde nuevo, dejando atrás Ostia en su camino hacia Córcega, llevando consigo su mensaje de unidad y esperanza.

El papa León bajo cubierta (@Vatican Media) El papa León bajo cubierta (@Vatican Media)